En su nuevo rol como Will Foster, el actor que ya nos ha marcado con su protagónico en Matrix (1999 — 2003), John Wick (2014 —2019) y Constantine (2005), interpreta a un neurocientífico que hará lo imposible por transferir la conciencia de sus seres queridos a clones para crear réplicas de ellos.
Sin embargo, y a pesar del presunto éxito que inferimos de la sinopsis, el hombre tendrá que tomar la decisión más difícil para escoger qué miembro de su círculo no podrá resucitar. Esto, luego que el experimento tenga un resultado contrario a sus expectativas iniciales.
Reeves habría aceptado el proyecto hace cuatro años, pero el abandono de la dirección por Tanya Wexler (Histeria) y el reemplazo del cargo a manos de Jeffrey Nachmanoff (Traidor) trajo múltiples cambios de montaje y demáses, apreciables en las escenas mostradas en el primer tráiler y en el lanzado ahora.
A pesar de que a primera vista pareciera que se está promocionando una película diferente a la expuesta en 2017, la premisa se mantendría sin contar los cambios de corte editorial, que ahora demuestran una impronta más intensa y oscura del relato, así como de la figura enigmática de Foster.
El largometraje de Entertainment Studios y Riverstone Pictures, se estrenará este año y su elenco también contará con Alice Eve (Ni en tus sueños), Thomas Middleditch (Silicon Valley), Emily Alyn Lind (Cuando las luces se apagan), entre otros.
¿Qué podemos esperar? En medio de un futuro distópico y conciencias sintéticas, la interrogante de dónde empieza la persona y termina la máquina volverá a asaltarnos en nuestras pantallas. Esto, sin caer en el fetiche Frankenstein de revivir a la persona deseada o de crear vida, sino que de ahondar en la inquietud metafísica creada por la tragedia.