Maremágnum… Los Pinos y Torreón

Mientras la hija mayor del productor José Alberto, El Güero Castro, y la actriz Angélica Rivera hace declaraciones sobre su ‘infierno en los Pinos’ cuando su madre desempeñó el protagónico de Primera Dama de México, los especialistas o seudo profesionales de la psicología intentan explicar la conducta del niño que mata a la maestra, hiere a cinco compañeros y un profesor y finalmente se suicida.

Las cámaras y micrófonos de los espectáculos mexicanos, grabaron las declaraciones de la joven, Sofía Castro –sobrina de Verónica y por lo tanto prima de Cristian- porque aseguró… “Yo la pasé muy mal por las críticas. Yo estaba estudiando, yo iba en tercero de secundaria, ¿qué puede hacer una niña a los 14 años? Yo no escogí para nada ser parte de la familia presidencial y ojo, no estoy diciendo ‘¿ay, por qué?’, para nada”.

Simultáneamente las noticias de la televisión nacional y la prensa escrita, se ocuparon de la detención del abuelo de Ángel, el niño de apenas 11 años de edad, de sexto año de primaria y estudiante del Colegio Cervantes, aunque no hubo imágenes de este lamentable hecho.

Donde sí hubo videos que se transmitieron en red nacional, fue del Colegio escenario de la tragedia, donde aparecieron las declaraciones de algunos padres de familia, pero también de La Operación Mochila -¿militar o policiaca?- porque no realizada por maestros o padres de familia, sino por elementos armados y perros adiestrados de la Guardia Nacional y elementos de la Policía Estatal.

Por su parte, la hija de La Gaviota, aseguró que ‘el principio’ de su carrera artística fue muy difícil, porque ser parte de la familia presidencial la convirtió en blanco de las críticas de varios sectores de la sociedad mexicana, “…me criticaban muy feo, me decían cosas muy feas, muchas veces quise tirar la toalla… me decía: ya no quiero, mejor soy abogada y ya, pero mi pasión es ésta y no me podía dejar tumbar por nada ni por nadie” y adiciono mi pregunta: ¿No se enteraría de los comentarios cuando el divorcio?

En el caso Torreón, fue espectacular observar los rostros de los escolares, los profesores y de padres de familia de esta institución educativa de la iniciativa privada, cuando gente uniformada, con armas de alto poder y con perros policías, sacaban cuadernos, lápices, colores y demás artículos que los niños de primaria usan en el aula, para revisarlos.

La directora y las autoridades del plantel, la misma Secretaría de Educación del gobierno de Coahuila, ¿nunca consideraron el ataque psicológico de la comunidad escolar?

La tragedia sucedió el viernes pasado y ya para el siguiente día hábil (lunes) el operativo estaba ahí, como si hubiera una nueva amenaza, atropellando los derechos humanos de los que ahí estuvieron.

¿Esta es la preparación profesional de la Guardia Nacional que presumen las autoridades de los gobiernos estatal y federal?

Dijo la hijastra del presidente Peña Nieto, “Me voy a abrir con ustedes… de repente si es una presión muy fuerte como el de tengo que demostrar al público, le tengo que demostrar a la prensa que sí tengo la capacidad, que es lo que amo, que sí es lo que quiero y aparte, que mis papás también se sientan orgullosos de mí”.

Las paradojas son así, en muchos de los casos extremos en los dos temas que relaciono; porque mientras para unos Torreón sigue provocando dudas, hipótesis,

teorías, temor, incertidumbre… para la muchachita, huésped sexenal de Los Pinos, su incomodidad por lo que se dijo de ella fue lo más relevante.

Sin duda los 23 años de edad para la linda Sofía Castro Rivera, su carrera artística es más importante que la desgracia de una comunidad productora de bienes y servicios importante para la nación y para algunos países.

Ojalá Torreón no quede en el olvido, que no pase como el caso de Monterrey donde solo unas semanas bastaron para que la tragedia del Colegio Americano del Noreste, donde un pequeño de 12 años de edad, disparó contra sus compañeros de clase y su propia maestra.

¿Video juegos?, ¿teleseries de narcotraficantes?, ¿películas violentas?, ¿abandono parcial o total de los padres?, ¿irresponsabilidad de los abuelos?, ¿gobiernos municipales, estatales o federal permisivos?, ¿sociedad?…

Todos son factores: ¿A dónde vamos?

Finalmente, la hija de José Alberto “Güero” Castro y Angélica Rivera dijo que sí le hacía falta hablar abiertamente de estos temas.

“Nunca lo había dicho, es la primera vez que me abro así, pero es a lo que vengo, a que me conozcan y creo que también ya era momento de hablar un poquito porque siempre me había mantenido como muy reservada en mis cosas y en mis temas”, finalizó.