Maremágnum… Consecuencias

Mario Vargas Suárez

Me parece no hay una sola persona en Tulyehualco, la CDMX, o en el país que tenga un ápice de simpatía por lo que ocurrió con Fátima, esa pequeña de siete años de edad que la semana pasada fue desaparecida y que tres días después su cuerpo desnudo fue descubierto en la vía pública.

Desde luego que es atroz lo sucedido, y por más culpables que se busquen, lo que queda muy en claro es la ineficacia policial, que se supone recibe un amplio presupuesto para garantizar la seguridad de la sociedad a la que, muy penosamente, no sirve.

Es muy frecuente escuchar hasta las mentadas de madre de quien usted me diga, porque el Caso de Fátima despertó nuevamente la sensibilidad social en el país, aunque la burocracia se limite a estadísticas.

En este punto vale la pena ‘escribir en negritas’, para resaltar, el comentario nada agraciado de la ‘líder’ de Morena, Yeidckol Polevnsky Gurwitz, en relación al tema Fátima: “Parecería que en México aumentó el número -de feminicidios-, no, yo creo que hay mucho más apertura a que se den a conocer; antes se maquillaban cifras, se ocultaba información”.

La expresión de Polevnsky deja muy en claro la postura clásica del subordinado cuando en esta declaración a la prensa, reitera su incondicional postura al gobierno de Andrés Manuel López que dice “…está totalmente abierto a mostrar estas cifras, no a ocultarlas.” Como si fuera suficiente saber de números.

Por su parte y a fuerza de tener que declarar sobre el tema, en la Mañanera del lunes pasado, en Palacio Nacional, ése de los muros y puertas históricas, ahora pintarrajeadas, Don López dijo “Muy lamentable que esto suceda y estamos haciendo todo lo que nos corresponde para evitarlo. Creo que lo más eficaz es procurar entre todos y desde luego el gobierno como principal responsable de aplicar una política para tener una sociedad mejor”.

Dice uno de los personajes de Eugenio Derbez, ¡Que alguien me explique! Porque ahora el presidente nos está ‘regresando la responsabilidad’ cuando afirma que “…lo más eficaz es procurar entre todos, y desde luego el gobierno…” Dice Héctor Suárez en otro personaje de la televisión mexicana, ¿Qué nos pasa?

Siempre hay consecuencias y las que llaman la atención hoy, es que se infiere, la Secretaría de Educación Pública, ha ordenado que pasados 20 minutos los padres de familia no recogen personalmente a sus hijos, el profesor debe remitirlos al DIF local.

O sea, ahora será el pleito entre los maestros y los padres de familia.

También mucho se rumora sobre la posibilidad de que todas las escuelas de educación básica tendrán que expedir credenciales a los padres o familiar autorizado para recoger a los menores. ¡No les dan ni toner para las impresoras! Pero ya les ordenan que den credenciales.

La otra ‘medida’ dictada por la SEP es que ningún profesor podrá retirarse del plantel mientras hay uno de sus alumnos en la institución.

Muy lamentable es que el gobierno olvide que los papás, ambos, trabajan y según propia organización familiar, uno de ellos busca la posibilidad de ir a recogerlos a la escuela; aunque también les han enseñado hasta subirse en al transporte público -micro, metrobus, metro, trolebús, etc.,- para llegar solos a un destino.

Los edificios de gobierno no solo de Tamaulipas, sino de todo el país, usted y yo sabemos que después de las 13 hrs y hasta las 15:00 hrs. se ven escolares por todos los patios, pasillos, oficinas, etc., y muchos de ellos llegan solos porque los jefes no permiten que los papás abandonen sus labores. Hay niñas y niños que lo mismo

preparan alimentos para sus hermanos, que han aprendido a cruzar calles y avenidas con mucho tráfico.

Es una pena que todos los gobiernos -sin especificar color- hayan anunciado la financiación de miles de millones de pesos para profesionalizar a las policías del país. Los nuevos pensaron que con cambiar de nombre las policías mexicanas iban actuar diferente. Qué pena.

La descomposición social no es otra cosa más que el producto de políticas públicas de otros tiempos y para lograr sus propósitos se han identificado a Los anarquistas; Las Feministas; los halcones; la liga 23 de septiembre; la CNTE; El Ejército Zapatista; Los Sinarquistas, Los Porros en las escuelas de educación media superior y superior, etc.

Es cierto que existe la descomposición social y admito ha sido responsabilidad de políticas de los gobiernos… en educación, demografía, capacitación, economía, salud, cultura, etc. ¿A quién corresponde remediar el asunto?

Aprendimos a ser ¿indiferentes? Si, tal vez, somos incapaces de mover un dedo… Ahí está el ejemplo de la Marcha con Javier Sicilia y Los Lebarón