MAREMÁGNUM… ALARMA EN LA CAPITAL

Mario Vargas Suárez

Mientras leemos las novedades pandémicas del momento, en las oficinas centrales de Educación en Tamaulipas, nos enteramos que hasta ahora, los profesores tienen la indicación de reanudar labores el lunes 20 de julio en sus escuelas, donde se sujetarán a las actividades que desde la capital del país, les determinan reuniones de Consejo Técnico, aseo del edificio escolar y los cursos remediales para los estudiantes.

En el caso de los alumnos de la Educación Básica, lo más reciente es que el ciclo escolar 2020-2021 iniciará -hasta el momento del cierre de esta edición- el lunes 30 de agosto en forma escolarizada. Sin embargo en algunos centros educativos de la educación superior, se está manejando la educación en línea y no escolarizada.

Infiero será la Secretaría de Educación Pública de Don Esteban Moctezuma Barragán, la que podría determinar la fecha exacta, aunque si el Comité Estatal de Salud no coincide con el federal, las escuelas se determinaran por lo que señale Tamaulipas.

A propósito de la Capital Azteca, al filo de las 10.39 hrs., de este martes 23 de junio, la alerta sísmica de la CDMX sonó por varios minutos, instantes que sirvieron para que los trabajadores privados o públicos, ordenadamente abandonaran los edificios donde laboraban.

En este sentido son variados los criterios sobre el tiempo de duración de esta Alerta Sísmica, ya que hay quienes afirman que son hasta 170 segundos (poco menos de tres minutos) aunque no falta quienes dicen que apenas son 159 segundos.

Sin embargo El tiempo de alarma preventiva hasta el momento es suficiente para quienes estaban en sus domicilios particulares, ya en las casas o departamentos en condominios, y salieran a la vía pública, salvándose de un posible derrumbe.

Destaca el control emocional de los habitantes porque no se registró pánico descontrolado algunos citadinos, en entrevistas de la televisión y radio nacional, confesaron su terror, aunque durante los minutos cruciales supieron controlarse para no obstaculizar a otros.

Los 7.5 grados del sismo, según el reporte del Sismológico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), registró su epicentro en las costas de Oaxaca, y por lo menos durante 40 minutos el servicio de telefonía fija y móvil en la Ciudad de México y la región fue imposible.

Las redes sociales por aquella área geográfica del país colapsaron por la caída momentánea y a veces intermitente, del servicio de internet, lo que obviamente obstaculizó la información pública y privada de los usuarios.

Al cierre de esta edición los reportes son que la alerta sísmica sonó en 97.5% de los altavoces de la Ciudad de México; se reporta solo dos personas lesionadas y de éstas el caso más grave es de un varón a quién le cayó un cable de alta tensión en Iztapalapa; el otro lesionado es un menor de edad con traumatismo y es atendido en el Hospital Pediátrico de la colonia Moctezuma.

Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno capitalina, reportó 32 edificios con daños menores, “No hubo daños en hospitales, está en revisión un centro de salud en Tláhuac. Hubo necesidad solo de desalojar uno de los hospitales y ya regresaron los pacientes”, informó en videoconferencia de prensa.

Según los reportes de la prensa nacional, el sismo fue perceptible en la Ciudad de México, Oaxaca, Guerrero, Veracruz y Chiapas, aunque quizá con menor intensidad en Guerrero y Campeche.

Por si fuera poco el susto, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Gringolandia, minutos después del sismo, emitió una alerta de Tsunami para tres países: México, Honduras y Guatemala. ¿Usted cree?

La alarma de Tsunami fue confirmada por El Centro de Alerta de Tsunamis de la Marina Nacional y La Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) de la SEGOB, señalando que en las costas del Pacífico, en los estados de Guerrero y Oaxaca podría haber una variación de la marea de hasta 113 centímetros, aunque aseguran “…sin que esto signifique riesgo para la población.”

Cierro el espacio con la filosofía del comunicador, Don Carlos Adrián Avilés. A ver si se logra: “Ciudad Victoria Limpia, Ciudad Victoria Amable”