Mario Vargas Suárez
Hombre de campo, muy mayor de edad, dedicado a cuidar y limpiar solares de la zona semi rural que habita en el centro del estado fronterizo, al extremo noreste de la República mexicana.
Don Lupe es bisabuelo, con un andar despacio no solo por el peso de los años y del sobrepeso del cuerpo, quizá característicos de su edad, sino por los males físicos de la rodilla derecha que le lastima al caminar.
El anciano diabético, con carácter recio y platica amable sobre los males del mundo que aparecen con la pandemia, ese mal que “…dicen que está matando mucha gente, pero el presidente López Obrador dice que no hagamos caso, que nos vayamos a comer a los restaurantes, como él estuvo anoche en el noticiero, todos con cubre bocas, menos él, porque es el presidente…”
La imagen del hombre sencillo de carácter, noble de sentimientos, que vive solo con su esposa, aun cerca de hijos y nietos, pero en ése inmenso solar, casi al filo de la zona urbana de la cabecera municipal donde habita y desde donde se da una idea del “…coronavirus ése… que se me hace es puro cuento.”
Se antoja cuestionar ¿Cuántos ‘Lupes’, a lo largo y ancho del territorio nacional siguen creyendo, a pie juntillas, lo que dice el presidente, sin cuestionar, sin analizar, sin oír y, menos leer a otros?
La realidad es que los números rojos del COVID-19 siguen a la alza, la curva que anunciaba el médico consentido del sistema de la Cuatro-Te, aún no termina de aparecer, no se aplana. Los récords se siguen rompiéndose a diario con el número de contagiados y varía ligeramente (hay disminuciones no significativas) en los fallecidos.
Quizá si Don Lupe, el de esta historia real, escuchara a las autoridades de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sobre la advertencia de que la pandemia podría empeorar debido a que los gobiernos están tomando la dirección equivocada en la lucha contra el coronavirus, quizá no les creyera.
La triste realidad es que el COVID-19 “podrá empeorar” si los gobiernos de países afectados no toman otras acciones en la lucha, advierte el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Los Lupe mexicanos, y de todas partes del mundo, con los gobernantes como el presidente Azteca, desconocen el abismo al que están caminando, cuando consideran aciertos de su presidente,
El Lupe que le comento, está muy agradecido con el presidente porque hasta la puerta de su casa, todos los días llega una brigada de la presidencia Municipal (MORENA) para entregarles dos platos completos de comida, uno para él y otro para su esposa.
“Además el presidente López Obrador -dicen don Lupe- cada mes nos entrega en la puerta de la casa, todas las medicinas que el doctor nos receta… ya llegaron las de mi esposa y pasado mañana llegan las mías… Ya firmé y para este mes me van a entregar más de 5 mil pesos del programa 68 y más ¡y son mensuales!
Volviendo al tema del COVID-19, afirma la OMS que en las últimas 24 horas se supera el récord con más de 230 mil contagios en el mundo. Y lo peor es que casi la mitad de ellos se presentaron en sólo dos países: 60 mil en Estados Unidos y 40 mil en Brasil.
La pandemia de Tamaulipas, declarada en marzo de este 2020, a Don Lupe nadie le ha visto con cubreboca y menos lavarse las manos en público, pues sigue haciendo
sus chambitas como siempre, con su sombrero y machete en la mano, con ese andar despacio y cuerpo encorvado por los años.
Mientras el tabasqueño invita a sus compatriotas a salir de su casa, a romper el confinamiento hogareño, a convivir con otros mexicanos, en el mundo, en las últimas 24 horas, la cifra récord supera el total global de los 12.7 millones con 566 mil 365 fallecidos, según las estadísticas de la OMS.
Para desgracia de los mexicanos, el foco mundial de la pandemia sigue siendo el continente americano y los Gringos, con el Neoyorkino que ahora dice querer a los mexicanos, Donald Trump, ocupa el deshonroso primer lugar; El segundo sitio de contagios son los cariocas de Jair Bolsonaro -incrédulo como Trump y AMLO- pero contagiado.
El tercer lugar de contagio mundial, lo seguimos teniendo los aztecas, con características igual a las de Estados Unidos y Brasil, en relación a los presidentes de estos tres países: rebeldes al COVID-19, con expresiones amenazantes a la salud pública, pese a que América sigue manteniéndose como la zona más golpeada por la pandemia, con 6.66 millones de casos, mientras Europa se acerca a los 3 millones y Oriente Medio supera los 1.2 millones de contagios.