Mario Vargas Suárez

El título de hoy tiene varios sinónimos. Es decir, varias palabras que se pueden usar con el mismo significado, como en este caso: huella, marca, recuerdo, golpe, aunque también puede interpretarse como emoción, tristeza y sorpresa, entre otros.

El Impacto fue que este lunes once de octubre, a media mañana, fuimos enterados de la triste noticia por el deceso del director de Obras Públicas Municipales de Victoria, Federico Julián Bonilla López, víctima de un infarto fulminante que sufrió en plena reunión de trabajo con el Alcalde Eduardo A. Gattás Báez.

Se sabe que Bonilla López (1963-2021) era de profesión Ingeniero Civil por la Universidad Autónoma de Nuevo León y la mayor parte de su desempeño profesional fue en la construcción y en el sector público. En los últimos 17 años estuvo en el área de Conservación y Mantenimiento de la Secretaría de Salud.

Desde luego que las especulaciones de quienes no vivieron el impacto directo dio margen al mal uso de radio-pasillo en todos sentidos, lo que se atacó con la oportuna difusión del hecho, que terminaron por disolverse los malos rumores, originando oraciones por la salud del funcionario, aunque las malas noticias llegaron antes del mediodía avisando del deceso.

El Impacto pegó en toda su dimensión, sobre todo para los familiares y compañeros de trabajo, apenas a once días de haber tomado posesión de tan importante responsabilidad en la estructura del gobierno municipal.

A nivel nacional y con interés mundial, resultó también de Impacto la imagen que publicó la periodista Lourdes Mendoza de El Financiero que hasta el presidente Andrés López, pidió… “Ojalá que la Fiscalía informe sobre este asunto”, como respuesta a las imágenes donde Emilio Lozoya, extitular de Pemex, fue captado por la lente fotográfica en un restaurante de postín, pese a enfrentar procesos judiciales.

Quizá valga la pena recordar que la periodista Lourdes Mendoza el 31 de agosto del 2020, inició un proceso legal en contra de Emilio Lozoya porque éste aseguró que ella recibía regalos caros y vendía información en el gobierno de Peña Nieto. Hechos desde luego que Lozoya nunca probó.

Volviendo a la foto escandalosa del Testigo protegido, los memes no se hicieron esperar apareciendo imágenes donde el acusado de corrupción en Pemex come con lujo, mientras el presidente López come parado un mexicanísimo taco.

Las declaraciones oficiales aseguran que los comentarios presidenciales van en el sentido de una acción legal… “aunque inmoral y de provocación por parte de Emilio Lozoya al sistema judicial mexicano que le brindó la calidad de testigo protegido.”

El pueblo bueno entiende (me sumo) que Lozoya es una persona que recibe un trato especial desde su llegada al país, después de que Interpol España lo detiene a solicitud del gobierno mexicano y que pese a andar huyendo, se le otorga la facultad de convertirse en ‘Testigo Protegido’ porque ‘sus abogados’ acordaron sacar a la luz pública y del gobierno, toda la corrupción que se produjo en el sexenio anterior.

Solo que los tiempos cambian y ahora se le sorprendió, ¿accidentalmente? en un restaurante de lujo de la zona de Lomas de Virreyes en la CDMX, degustando platillos como los que se acostumbró a comer cuando fue funcionario del gobierno federal.

¿Así trata el gobierno de la Cuarta T, a los testigos protegidos de actos de corrupción que dañaron a México en otras épocas?

Real o mediáticamente se informó que el presidente pidió a la Fiscalía General de la República (FGR) información sobre el caso sobre el proceso judicial que se le sigue a Emilio Lozoya.

Aunque sorprendió que López Obrador refiriera “…ojalá que la Fiscalía informe sobre este asunto y … tengo confianza en el fiscal Alejandro Gertz, por lo que espero que alcance el tiempo y se haga justicia, como lo exige la ley, justicia pronta y expedita.”

Con honestidad no entendí esa parte de ‘ojalá’.

Por si lo olvidó momentáneamente le recuerdo que a Emilio Lozoya se le siguen dos procesos, uno por el caso Odebrecht donde comprometió contratos de obras públicas a empresas determinadas en Hidalgo, Veracruz y Tamaulipas; y se habló de sobornos a legisladores para la reforma energética de Peña Nieto.

Otro expediente es por la compra de Fertilizantes Agronitrogenados al director de Altos Hornos de México empresa por cierto inservible. El coprotagonista fue Alonso Ancira y tengo la idea ya se arregló con el gobierno mexicano de López Obrador.

Cierro este espacio con el comentario final de que en escasas tres semanas, al exdirector de PEMEX, Emilio Lozoya, se le termina el plazo otorgado por la FGR para la aportación de pruebas… aunque nadie afirma que sucederá en el caso de que no aporte nada… ¿“es consentido de la Cuarta”?