El País
Varias islas exteriores del archipiélago han quedado completamente asoladas, según el primer ministro
Un desastre sin precedentes. Así ha descrito el Gobierno de Tonga, el pequeño reino de 170 islas en el Pacífico, la situación de su país tres días después de la devastadora erupción de un volcán submarino a 60 kilómetros de su capital. Al menos tres personas han muerto y un número sin precisar se encuentran heridas, según el comunicado oficial, el primero que se emite debido a la interrupción de las comunicaciones provocada por la catástrofe.
Los mayores daños dejados en este archipiélago de 105.000 habitantes por la erupción del volcán Hunga Tonga Hunga Ha’apai, la de mayor fuerza en todo el mundo desde hace tres décadas, parecen haberse registrado en las islas exteriores, donde ya han comenzado las operaciones de evacuación. Entre ellas, la de la isla de Mango, una de las peor paradas y donde las informaciones disponibles, incluida una evaluación preliminar de inteligencia neozelandesa citada por el digital de esa nacionalidad Stuff, apuntan que su única localidad ha quedado arrasada por completo.
Una de las víctimas mortales, una mujer de 65 años, era residente de esa isla; otro, un varón de 49 años, habitaba en la isla de Nomuka. La tercera persona fallecida es una mujer de nacionalidad británica, arrastrada por las aguas cuando intentaba poner a salvo a sus perros, según han publicado medios neozelandeses.
Las imágenes tomadas por un avión de la fuerza aérea de Nueva Zelanda muestran graves daños en las aldeas, especialmente en las islas exteriores del archipiélago. La ceniza cubre las pistas de los aeropuertos y los tejados de las casas. Edificios enteros han quedado arrancados de cuajo. En Mango se aprecian numerosos escombros donde se encontraba la aldea, mientras que en las lomas más altas se han instalado unos refugios improvisados con lonas.
En otras islas, la mayor parte de los edificios costeros han quedado destruidos por el tsunami generado tras la erupción volcánica. En la de Nomuka, las construcciones que aún se mantienen en pie sufren graves daños estructurales. Su gran laguna está llena de escombros.