BUENOS AIRES, 14 mar (Reuters) – Analistas opinan sobre el futuro de la economía de Argentina en momentos en que se espera la aprobación de la Cámara de Senadores al acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reestructurar unos 45.000 millones de dólares, que luego será elevado al organismo.
El nuevo programa crediticio establece que el período de pago de cada desembolso es de 10 años, con un lapso de gracia de cuatro años y medio, por lo que el país comenzará a pagar la deuda en 2026 y terminará en 2034.
Por otra parte, el Gobierno suspendió el domingo el registro para nuevas exportaciones de aceite y harina de soja, lo que podría ser un paso previo al aumento de los aranceles a las exportaciones de esos dos productos desde el 31% que tributan actualmente al 33%.
En el contexto global, la invasión rusa a Ucrania continúa golpeando los mercados globales aumentando la aversión al riesgo pese a recientes acercamientos en las conversaciones para un alto el fuego.
* “Las metas fiscales planteadas en el acuerdo con el FMI resultan alcanzables con alguna sintonía fina del lado del gasto. Desde el lado de los ingresos se requiere una combinación de crecimiento económico, inflación en torno al 50% y un leve
aumento de la presión tributaria a mediano plazo”, estimó Delphos Investment.
* “Ahora será el turno en el Senado mientras siguen los tironeos políticos de fondo”, dijo Gustavo Ber, economista de Estudio Ber.
* “Tanto el Gobierno argentino como los organismos internacionales mostraron interés en estirar los plazos con la esperanza de llegar a una situación de mejor fortuna”, dijo Roberto Drimer, de VatNet Research, aunque señaló que “las limitaciones políticas y económicas auguran una continua lucha en el barro de la decadencia si no se encaran cambios estratégicos”.
* “La economía ingresará en un sendero de extrema fragilidad financiera”, afirmó el economista Miguel Broda.
* “Hay un montón de interrogantes (que quitan) la posibilidad de que el acuerdo desplome el riesgo país, cuando tenés un programa que es creíble y eso te hubiera dado un alivio para el financiamiento de la economía”, dijo Daniel Artana, economista de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL).
“Lo que vas a tener es alguna reducción pero muy modesta porque el principal problema es la desconfianza que genera la política económica de este Gobierno”, añadió en declaraciones radiales.
* “La salida de capitales de los fondos de países emergentes impactó sobre la deuda argentina, y anuló el efecto positivo del acuerdo con el staff del FMI, al menos por ahora”, estimó la correduría StoneX.
* “El Gobierno con estos valores de las commodities y este nefasto doble tipo de cambio donde uno vende su producción a un dólar por 100 pesos y después se tiene que dar vuelta y reponer los insumos para encarar la próxima siembra con un dólar de 200, está haciendo un negocio brillante”, dijo Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural.
“Esto en algunas producciones es peor que una retención. Esta situación de seguir así va a obligar al productor a mezquinar en la inversión hacia adelante porque todos los insumos que el campo necesita para volver a sembrar y tener una cosecha exitosa hacia adelante han tenido inflación en dólares”, agregó.
* “No tengas dudas que una aplicación de retenciones móviles sería una declaración de guerra contra el campo y el campo tendría que defenderse con medidas más duras”, dijo en declaraciones radiales Jorge Chemes, presidente de Confederaciones Rurales Argentina.
“No quiero hacer un llamado al conflicto, sí creo que todo tiene un límite y las retenciones móviles son una de las medidas más negativas que podría generar esta situación negativa para el campo”, añadió.
* El Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano pronosticó que el Índice de Precios al Consumidor de febrero, que dará a conocer el INDEC el martes, será de 4,2%.