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A simple vista, Jeffrey Dahmer se veía como un hombre cualquiera y parecía llevar una vida normal en un vecindario común y corriente pero, a puerta cerrada, Dahmer era un monstruo, un asesino serial violento que llegó a matar 17 hombres adolescentes, aprovechando su capacidad para salirse con la suya, acercándose a sus víctimas sin que estas sospecharan que estaban en peligro.

Jeffrey Dahmer llegó a ser conocido como “El Caníbal de Milwaukee” y sus crímenes pasaron a la historia como algunos de los más perturbadores cometidos por un asesino serial en Estados Unidos. La peor parte, es que pudo haber sido detenido a tiempo, si la policía no se hubiera dejado llevar por su apariencia.

No llegó al mundo siendo un asesino, Dahmer nació en 1960 como parte de una familia de clase media tradicional de Wisconsin, pero se dice que rápidamente comenzó a mostrar una extraña fascinación con todo lo que tenía que ver con la muerte, coleccionaba los cadáveres de pequeños animales que encontraba cerca de su casa. Su padre dijo en una ocasión, según All That’s Interesting, que Jeffrey estaba “extrañamente fascinado” por el sonido que hacen los huesos al chocar.

Dahmer es ahora el protagonista de la nueva serie de Ryan Murphy para Netflix, donde el actor Evan Peters interpreta al infame asesino y ayuda a contar su historia, y la de las víctimas.

El despertar de un asesino serial

En la secundaria, Dahmer era algo extraño e inadaptado y, según los reportes, solía romper las reglas, molestar a sus compañeros y se comportaba de forma alarmante. No era todavía un asesino, pero estaba claro que algo andaba mal con él.

Pronto Dahmer comenzó a desarrollar fantasías sexuales extrañas y violentas, y no paso mucho tiempo antes de que pasara de eso a cometer su primer asesinato.

Para este punto, Jeffrey Dahmer vivía con su madre, después de que el matrimonio de sus adres fracasó, pero no tenía muchas reglas o supervisión, así que manipuló a un adolescente de 18 años, llamado Steven Mark Hicks, y lo llevó a casa con el pretexto de invitarlo a tomar algo antes de ir a un concierto. Después de unas horas, Hicks, pero Dahmer lo tomó como un rechazo, se enfureció y lo golpeó en la cabeza y lo estranguló hasta matarlo, para después desmembrar su cuerpo y disolverlo en ácido.

Ese fue el primero de muchos crímenes que Dahmer pudo ocultar gracias a que nadie lo percibía como una amenaza, incluso pudo ir a la universidad durante ese tiempo y, de acuerdo con All Thats Interesting, incluso sirvió como un médico de combate en el ejército, hasta que su alcoholismo se convirtió en un problema, razón por la que fue dado de baja honorablemente y se mudó a un suburbio de Milwaukee.

Como civil, se dice que Dahmer cometió todo tipo de crímenes sexuales y otro asesinato en septiembre de 1987. En esa ocasión mató a un hombre de 25 años llamado Steven Tuomi, a quien había conocido en un bar y después asesinó en la habitación de su hotel.

Después de eso, el asesino comenzó a acumular más y más víctimas, siguiendo el mismo método de conocerlas en bares, llevarlas a casa y asesinarlas en un lugar más “privado”. AEventualmente fue arrestado por abusar de un niño de 13 años, pero paso poco tiempo en prisión y al salir volvió a matar de nuevo.

Durante los siguientes dos años, El Canibal de Milwaukee acumuló 17 víctimas (y guardó algunos de sus cráneos y trofeos como recuerdo), además de que se sospechaba que consumía partes de sus víctimas como parte de su “ritual”.

En una ocasión, los vecinos de Dahmer llamaron a la policía para reportar que habían visto a un adolescente desnudo y ensangrentado salir corriendo de su casa, pero el asesino les contó que era novio adulto, así que decidieron no seguir investigando y no fue detenido o acusado de nada.

La última víctima
El 22 de julio de 1991, Dahmer atacó a su última víctima, un hombre de 32 años llamado Tracy Edwards, a quien el monstruo (que es interpretado por Evan Peters en la serie de Ryan Murphy) había convencido de dejarle tomar fotos desnudo.

Edwards fue esposado y amenazado, pero logró mantener a Dahmer tranquilo, lo distrajo y logró golpearlo y salir corriendo hasta toparse con una patrulla de policía. Más tarde, él los llevó a casa del asesino y ahí fue donde encontraron todas las evidencias que necesitaban para detenerlo de una vez por todas.

El arresto y su muerte
Dahmer fue arrestado ese día y rápidamente admitió lo que había hecho. En el juicio se declaró culpable de 15 asesinatos, por lo que le dieron 15 cadenas perpetuas y 70 años extra, que cumplió inicialmente en el Wisconsin’s Columbia Correctional Institution, desde donde dio decenas de entrevistas a la prensa.

Se dice que Dahmer tuvo pensamientos suicidas durante su tiempo en prisión, sin embargo, otro prisionero que había sido condenado por asesinato fue quien lo mató. Christopher Scarver lo golpeó hasta matarlo con una barra de metal en el baño de la prisión, y más tarde dijo que Dahmer no intentó defenderse o pelear.