Ayer se acallaron los rumores. Los malquerientes del presidente ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR se deben sentir frustados, porque el panorama de la salud del tabasqueño, si bien está mermada por el COVID, en nada se compara al terrible escenario que ellos dibujaron.
Algunos ‘informaron´ que había sufrido un infarto cerebral, el domingo en Yucatán,el cual lo habìa dejado semiparalizado, que no podìa hilvanar palabras , mucho menos frases y para hacer más senscional la noticia, que tenía lapsus mentales.
Así de tendencioso fue el manejo sobre ese tema.
Algunos, hasta aseguraron que se había visto un avión militar mexicano en una ciudad de los Estados Unidos, Georgia, y que en el mismo, se había traslado al presidente para su atención en una afamada clínica.
Obviamente aquellos que le dieron vuelo a esas fake news, son los mismos que a diario escriben todo en contra de AMLO.
Su principal defensa fue de que sobre la salud presidencial había un vació informativo, en base a ello, se abrogaron el derecho a usar la imaginación.
Nada más que pocos les creyeron, porque algunas encuestas revelaron que un 56 % de la población creía que ANDRES MANUEL estaba enfermo de COVID.
Cierto, desde el domingo fueron tiempos de zopilotes.
