Enrique Jonguitud
El aumento de los Impuestos Especiales a bebidas azucaradas es algo que podría ayudar a reducir el consumo de productos endulzados ya que al subir de precio, la gente podría dudar antes de comprarlos.
Ana Laura Huerta Valdovinos, diputada local de Morena, comentó que la medida puede verse como un beneficio para la salud, sobre todo en niñas y niños.
Dijo que el país enfrenta un problema serio de obesidad y diabetes infantil. Por eso, cualquier acción que desincentive el consumo de azúcar puede ser útil.
“Lo más grave ahorita es la obesidad y la diabetes en los niños. La idea es quitar un poco el incentivo de comer cosas con demasiada azúcar”, explicó la legisladora por Nuevo Laredo.
Mencionó que consumir azúcar en exceso está relacionado con enfermedades como diabetes tipo 2, problemas del corazón y hasta hígado graso. Reducir su consumo podría mejorar la salud de muchas personas.
Huerta Valdovinos señaló que si disminuyen estas enfermedades, también bajaría la presión sobre el sistema de salud pública.
Aclaró que los aranceles al azúcar se crearon principalmente para proteger a la agroindustria nacional, pero o son una política de salud como tal.
La legisladora resaltó que por ende, los Impuestos Especiales a las bebidas azucaradas no necesitan estar etiquetados para destinarse a programas de Salud, pues el propio aumento hará que se reduzca su consumo.
Apuntó que las compañías refresqueras no se verán afectadas, ya que planean fabricar más bebidas con menos niveles de azúcar o sin endulzantes.
