Enrique Jonguitud
El relevo en la presidencia del Observatorio de Participación Política de las Mujeres se realizó en con un acto sobrio pero cargado de simbolismo en el cual el Tribunal Electoral de Tamaulipas (TRIELTAM) tomó la batuta en una transición que busca asegurar que el trabajo de los últimos años no se quede en el papel y se traduzca en cambios reales.
El magistrado presidente del TRIELTAM, René Osiris Sánchez Rivas, recibió la documentación oficial de manos del Instituto Electoral de Tamaulipas, iniciando un nuevo capítulo en la coordinación interinstitucional. «Este relevo no es un final, sino una oportunidad para fortalecer el camino hacia la igualdad», señaló.
Más allá del protocolo, la reunión dejó ver la preocupación compartida: que las acciones en favor de las mujeres no se interrumpan en medio de la transición. Funcionarios de ambos órganos coincidieron en que la tarea pendiente es grande, y que la meta es que más tamaulipecas puedan ejercer en plenitud sus derechos políticos.
El Observatorio, que reúne a distintas instituciones, ha servido de espacio para visibilizar las barreras que enfrentan las mujeres al intentar ocupar cargos de decisión. Ahora, con el Tribunal al frente, se busca reforzar las estrategias para que la paridad no solo se quede en cifras, sino se viva en los hechos.
Por parte del IETAM acudieron la consejera Mayra Gisela Lugo Rodríguez, el consejero presidente Juan José Guadalupe Ramos Charre y la directora de Igualdad de Género y No Discriminación, Lidda Delgado Cortina, quienes destacaron la importancia de mantener vivo el esfuerzo colectivo.
El nuevo equipo anfitrión, encabezado por Sánchez Rivas y acompañado por la secretaría técnica del Pleno, Jessica Betancourt Rangel, expresó que la presidencia del Observatorio representa también un reto: dar seguimiento a lo avanzado y abrir nuevas rutas para el diálogo con la ciudadanía.
El acto cerró con un mensaje implícito: la lucha por la igualdad política de las mujeres no depende de quién encabece el Observatorio, sino de la suma de voluntades para que las tamaulipecas tengan un papel cada vez más protagónico en la vida pública del estado.