David Ed Castellanos Terán
@dect1608
La encrucijada de México debida al éxodo migrante únicamente tiene tres desenlaces. El primer escenario es el de garantizar un tránsito exitoso y dorado hasta la frontera con Estados Unidos; dos, la aprehensión y dispersión paulatina de los sureños o la tercera y más desgarradora, que desaparezcan entre Veracruz y Tamaulipas, entidades con inmensos cementerios clandestinos.
Cuando el año 2010 agonizaba, el municipio de San Fernando, Tamaulipas, llamó la atención del mundo entero, cientos de cuerpos enterrados fueron descubiertos en una fosa clandestina, desde entonces cada año una entidad federativa atrae los reflectores de los medios de comunicación por presentar historias desafortunadas que parecen salidas de un guion cinematográfico, donde el gobierno gringo ordena al mexicano bajar la instrucción a los grupos criminales para comenzar el exterminio de inmigrantes invasores.
Aún no tiene un desenlace la historia de la caravana que ingresó abruptamente a México, cuando ya están con las autoridades migratorias de la frontera sur mexicana, la caravana de madres migrantes de desaparecidos, y se habla de otra caravana procedente de Guatemala que iniciará su éxodo hacia los Estados Unidos. Se va a poner buena la película, porque tal cual el presidente Donald Trump, utiliza este tema migratorio a su favor, Peña Nieto y Andrés Manuel, hacen lo propio; hasta los de COPARMEX han aprovechado para comunicar que están dispuestos a dar empleo a los migrantes.
Adinerados o no, la mayoría de los mexicanos han utilizado el momento político migratorio para expresarse y manifestar su pensar; están los que apoyan el libre andar de los centroamericanos; los que se preocupan por la inseguridad que pudieran agravar algunos malandrines infiltrados en el movimiento, o los que apuestan por detenerlos debido a las formas en cómo ingresaron al país. El costo para ellos, nosotros y los del norte, va a ser alto, sin embargo, son seres humanos y hay que estirar la liga del respeto y evitar las confrontaciones, sea cual sea la postura que vaya a tomar cada gobernante.
Por ejemplo, el gobernador de Nuevo León, insiste en evitar que continúen; mientras que su vecino tamaulipeco Francisco Javier García Cabeza de Vaca, apuesta por otorgarles garantías para completar su viaje, en ese sentido, el segundo Visitador General, Gerardo Escobedo Izaguirre, de la Comisión de Derechos Humanos en Tamaulipas, inició una serie de reuniones con los alcaldes de Tampico, Jesús Nader; Madero, Adrián Oseguera; y Altamira, Alma Laura, por donde pasarán en primera instancia los migrantes cuando lleguen a Tamaulipas, en unos nueve días aproximadamente, por lo que se podría estar viviendo un Xantolo centroamericano en el Puente Tampico, la infraestructura que une a Veracruz con Tamaulipas.
Escobedo Izaguirre, estima que de acuerdo a las necesidades de los migrantes, podrían habilitar los terrenos de la feria como área para acampar, y los gimnasios multidisciplinarios de la Unidad Deportiva, utilizados exclusivamente para mujeres, niños y adultos mayores, y sin importar la hora en que pudieran estar cruzando el puente Tampico, se les exhortaría a iniciar su peregrinación hacia Estados Unidos durante las primeras horas del día, después de que hayan sido alimentados, aseados, valorados médicamente; cobijados por los gobernantes para ayudarlos a realizar su sueño dorado.
Al dinamismo presentado por el visitador de la Comisión de los Derechos Humanos en Tamaulipas, quien por cierto llegó al cargo apenas el pasado 19 de septiembre, se han sumado organismos religiosos quienes están dispuestos en apoyar en caso de necesitar activar y terminar de alinear la ayuda para los centroamericanos, esos seres humanos odiados y repudiados por el jefe güero del norte.
Hay quienes no están del todo contentos con esto, pero es tiempo de ser parte de la solución, y no del problema. Si quieren transitar que lo hagan, si se van a quedar que respeten a México y a los mexicanos, porque aquí hacemos patria. Por cierto no estaría mal si los mandan en camión de Tampico hasta Reynosa.