David Ed Castellanos Terán
Twitter: @dect1608
El próximo titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Carlos Urzúa, que ya duda si llegará o será ratificado el uno de diciembre debido a una pugna desatada por Ricardo Monreal; tiene sobre el escritorio una propuesta ambiciosa pero políticamente arriesgada que invita a los presidentes municipales ajustar hacia arriba el impuesto predial en todo México.
Debido a la importancia que tiene esta obligación tributaria para las finanzas locales a efecto de obtener una mayor participación de los Fondos de Participaciones Federales, Urzúa, expresó en agosto pasado que si de él dependiera, aumentaría el predial o por lo menos, buscaría la manera de aumentar la participación ciudadana a través de inspecciones casa por casa o con la ayuda de la tecnología satelital.
Los persignados pondrán el grito en el cielo, otros saldrán a las calles a marchar contra la propuesta de quien se tambalea, pero la realidad es que sería suficiente con que los ayuntamientos fueran más enérgicos a la hora que cobrar este que es el “gran impuesto local” en todo el mundo, el mismo que en México causa marcada controversia pues cada 12 meses parece premiar a los morosos.
Urzua que no solo es un gran académico, sino que sobra de talento técnico. Técnico, no político. Ha venido dejando muy en claro que además de las bajas tasas de cobro, la cobertura del impuesto predial es pésima en muchos municipios, por lo que su exhorto a los alcaldes es mayúsculo, pero aún más, para aquellos ediles que tendrán un proceso electoral en el 2019 como sucede en Tamaulipas, la entidad más letal para las fuerzas armadas.
Pero la gran controversia no es exclusiva de las viviendas mexicanas, también sobrevuela el ámbito nacional en relación a los aeropuertos de México, cuando a conveniencia se agarraron del decreto presidencial de 1974 que acreditó la creación de Aeropuertos y Servicios Auxiliares, con el propósito de presentar una agilidad y capacidad administrativa, de operación y mantenimiento de los aeropuertos federales, sin embargo, aquel decreto no los desincorporaba del dominio público federal, solo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), sin que hubieran quedado exentos del pago del impuesto predial.
Pero así han venido transcurriendo por los años, sin pagar predial bajo esta marcada injusticia social que patea la economía de las familias mexicanas.
Por ejemplo el estado de Tamaulipas, tiene cinco aeropuertos, uno en Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros, Ciudad Victoria y Tampico; claro, ninguno paga predial, y tan solo se estima que el aeródromo tampiqueño “Francisco Javier Mina”, obtiene utilidades alrededor de los 720 millones de pesos anuales, y así como éste la mayoría de todo el país, ganando-ganando convirtiéndose en un obstáculo para el progreso de México, aunque también sirven para medir la pequeñez de los presidentes municipales y Secretarios de Ayuntamiento, porque muchos alcaldes han intentado hacer pagar a los aeropuertos, pero al menos en Tamaulipas ninguno ha logrado nada y todos han perdido sus respectivas maletas llenas de dinero.