RELÁJESEE… AVIONAZO

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Twitter:@dect1608

El único día que me pareció haber percibido a través del televisor a un Felipe Calderón, doblado, frágil y sensible, fue exactamente cuando murió quien fuera considerado el brazo derecho del entonces presidente de México, el hombre que este cuatro de noviembre cumplió 10 años de muerto, me refiero a Juan Camilo Mouriño Terrazo.

El Jet Lear-45, matricula XTRA CHARLIE VICTOR MIKE CHARLIE (XC-VMC), propiedad de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), en el que viajaba Juan Camilo y el asesor en seguridad de la presidencia José Luis Santiago Vasconcelos, perdió el control y terminó explotando en la jungla de asfalto.

Mouriño, Vasconcelos, el piloto y copiloto murieron, también dos mujeres y casi 50 personas resultaron heridas. Aquella tarde-noche del lunes 4 de noviembre, el cruce de Paseo de la Reforma, Periférico Norte y Ferrocarril de Cuernavaca, se convirtió en el meritito infierno. Marcelo Ebrard, próximo Secretario de Relaciones Exteriores, en aquel tiempo jefe de gobierno del aún Distrito Federal, salió ante los medios de comunicación a “informar” lo acontecido.

Pero otros accidentes aéreos se han registrado en la historia de la aeronáutica mexicana, en 2017 fueron 173 incidentes y 66 accidentes, mientras que en 2018 ya van más de 70 siniestros, entre los que sobresalen la caída del helicóptero Black Hawk de la Fuerza Aérea Mexicana cuando intentó aterrizar en el estado de Oaxaca, fue el 16 de febrero, y en los hechos murieron 13 personas y 16 más resultaron lesionadas.

Seis meses después, la aeronave tipo T-6C de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), se desplomó mientras realizaba pruebas de vuelo, no hubo muertos y Oaxaca, otra vez, la escena de lo ocurrido.

Más reciente el susto del vuelo 2431 de Aeroméxico, registrado el 31 de julio cuando cubría la ruta Durango- Ciudad de México. Por fortuna las 103 personas a bordo sobrevivieron.

El 20 de octubre, un Helicóptero MI-17 de la Secretaría de Marina Armada de México (SEMAR), se desplomó al realizar acciones de vigilancia y de combate a la pesca ilegal en el Golfo de California, de los 12 elementos que viajaban 11 fueron rescatados en el mar, y casi una semana después fue localizado sin vida el doceavo elemento.

Pero a los aproximadamente 80 siniestros aéreos registrados este año se suman dos suscitados en menos de 24 horas en el estado de Tamaulipas, uno en San Fernando con saldo de dos fallecidos, y otro que llamó la atención de toda la entidad porque en el viajaba el empresario tampiqueño Marco Antonio González García, de la empresa Cadrex, S.A. de C.V.

Marco González, es el proveedor consentido de cloro gas, polímeros, sulfato de aluminio, así como de cilindros de cloro, todo por unos cuantos 21 millones 846 mil 600 pesos, suma registrada en tan solo unos meses del 2017, esto según información de la página de transparencia del Gobierno de Tamaulipas, aunque eso no lo es todo.

En el percance que involucra al prominente empresario considerado como uno de los favoritos de los últimos tiempos, murieron dos personas que viajaban en una motocicleta y en el aterrizaje forzoso, fueron alcanzados por la aeronave dejándolos sin vida en la carpeta asfáltica de la carretera ALdama-Cd. Victoria; Marco Antonio, corrió aún con más suerte pues su hermano, Manuel a quien sus amigos le dicen de cariño “El Pelos”, logró sacarlo de la zona del accidente y trasladarlo junto a sus acompañantes hasta un lugar seguro, alejado de los reflectores y de la misma autoridad.

Con esto, Marco y sus socios, ya no tendrán pretexto para comprar el Beechcraft King Air, con valor superior a los tres millones de dólares que planeaban desde hace unas semanas, mientras que José Adán Mancilla Contreras, otro proveedor agraciado y consentido seguramente no querrá comprar aviones, ah pero eso si, insistirá en vender más medidores a la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Tampico.

Por cierto ya que andamos entre los ductos de la podredumbre, al que ya le llegó el agua al copete es al Gerente Comercial, Miguel Pérez, este personaje tiene el agua hasta arriba que sus días están contados.

davidcastellanost@hotmail.com